martes, 28 de octubre de 2008

el amor a su tiempo

Si tú te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti… no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.

Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tú no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.

Si tú te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir. Hay una razón y un significado.

Tú lo sabrás a su tiempo.

Recuerda que tú no eliges al amor. EL AMOR TE ELIGE A TI.

Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida. Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de compartirlo.

Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.

Dalo a otros que sean pobres de espíritu.

Dalo alrededor del mundo, en todas las formas que puedas.

Es entonces que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, entienden el amor como únicamente una necesidad.

Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor, y empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos en lugar de fluir desde ellos.

Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.

Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que se quede.

Tú solo puedes abrazarlo cuando él llega, y repartirlo con los otros cuando el venga hasta ti.

Pero si él elige dejar tu corazón, o el corazón de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer.

El amor es y siempre será un misterio. Alégrate de que él haya entrado a tu vida en algún momento.

Si tú mantienes tu corazón abierto, él vendrá de nuevo a ti.

El error es la única oportunidad de comenzar de nuevo de manera más inteligente.

sábado, 25 de octubre de 2008

Solo Tengo Que Olvidar

solo tengo que olvidar aquella madrugada santificada
por el sonido armónico de tu voz que me llenaba
de pasión.
solo tengo que cumplir esa tarea llena de amor
ya que sino la logro cumplir mi corazón
morirá de manera fugaz.
solo tengo que olvidar tus ojos azul cielo
para poder así terminar de una vez con
mi alma para que no vuelva a llorar.
solo tengo que olvidar tus manos de
extrema suavidad para así darme cuenta
que como tus manos no hay.
se que se me sera difícil olvidar esos labios
que no me cansaba de besar.

viernes, 24 de octubre de 2008

Mi entrega

te escribo estos versos
para que te des cuenta
lo mucho que te quiero
y lo difícil que sera
sacarte de mi mente.

te escribo estas palabras
para ver si de una vez
puedo sacar ese rostro angelical
de mi mente y así no sufrir
por un amor imposible.

dejo aquí mis recuerdos
y anhelos, junto con la ilusión
de verte a mi lado como lo
que quizás pudimos crear.

te entrego mi corazón para
que hagas con el lo que
tu decees, porque ahora no lo
necesito.

te entrego también mis sueños ya que
eso también me recuerda
a ti.

es como que en mi existe algo
que no me permite olvidar
lo que alguna vez tuvimos
en algún lugar.

y por ultimo te entrego mi alma
por completo porque ella junto
a mi no quiere seguir si tu
desapareces de aquí.

Un Poema Para Enamora










Deja caer ese orgullo en el olvido,
libera la emoción en sensual entrega,
y en el místico roce de la piel nueva,
hechizaré suavemente tus sentidos.

Entrégate, mas no me des nada...
Envenéname de ilusión controlada,
inúndame de la necesidad infinita
de sentirme tuyo, de sentirte mía...
¡Deja el deseo libre inflamando la piel
y el amor salvaje se rinda a tus pies!

Acércate, pero hazlo muy lentamente...
dame un instante que dure por siempre.
¡Brilla con ese brillo de lo inalcanzable,
deja fluir de tu esencia lo más deseable,
ponle tu mágico e inconfundible sello

y mátame de pasión en un eterno beso!

jueves, 2 de octubre de 2008

Cuando compartiamos el aire

Recuerdo que cuando compartíamos el aire un pájaro se poso en mi frente
y a mi oído susurro que tú eres lo mejor que en este mundo existió.

Recuerdo que cuando compartíamos el aire junto a la estatua que simbolizaba
nuestro amor te robe ese beso que fue el primero del millón.

Recuerdo que cuando compartíamos el aire te soñé por primera vez
y te hice entender que sin ti yo no podría vivir.

Recuerdo que cuando compartíamos el aire una extraña mujer se me acerco
y me grito: no la dejes ir ella es lo todo lo que tu corazón anhelaba.

Recuerdo que cuando compartimos el aire por última vez tú me diste
ese adiós que mi corazón no soporto.